lunes, 3 de diciembre de 2012

Soñando con los ojos abiertos

Al fin decido sentarme frente al ordenador y hacer mi propio blog. Es el momento óptimo: mis uñas recién pintadas se van secando con el movimiento de mis dedos al teclear mientras en mi ordenador suena Nessum dorma (Nadie duerma en italiano), un aria de la ópera Turandot, que me transporta directamente al interior del anuncio empolvado del perfume Classique para mujer de Jean-Paul Gaultier. Lástima que no pueda ponerle olor a esta canción...esto me recuerda que el próximo día que pase por una perfumería debo pedir una muestra.

Siempre he sido una mujer comunicadora y con un sentimiento dentro de mí que me decía que tenía ganas de hacer 'algo', aunque ese algo nunca cobrara la forma perfecta que sí tenía en mi mente. Hasta que la inspiración llegó a mí en modo de revista: HOLA! con su número extraordinario de Alta Costura otoño-invierno 2012-2013.

Soy asidua a las revistas de moda des de los 12 o los 13 años, y nunca he sido fiel a la misma publicación. Dependiendo del mes, los temas, quien saliera en portada, y por qué no, del regalito que dieran (jeje) compraba una u otra. Vogue, Cosmopolitan, Glamour, Elle, Marie Claire... y aunque unas fueran más de mi gusto que otras, no encontraba aquella que atrajera mi atención durante horas. Así que de camino a coger el tren paré en el quiosco como muchas otras veces antes, ansiosa de ver las tendencias de la temporada, y de encontrar algo nuevo que calmase mi sed. Y como siempre, decidí probar con algo nuevo.  Doy un vistazo rápido al stand lleno de revistas,  y mi vista se posa directamente en la basca milhojas de flores difuminadas de Giambattista Valli que sale en una portada. Sospeso el precio de la misma (6€) y pienso si merece la pena comprarme otra revista para siempre dejarla a medias...pero algo me dice que puede ser especial y decido llevármela.

 


Ya sentada en el tren, leo el primer artículo. Françoise Menette, el autor, me absorbe con su poesía y me empapo de cada una de sus palabras. Me doy cuenta de que han pasado 4 estaciones y de que no me he detenido en ningún instante hasta llegar al punto y final de la última frase. Ni siquiera para mirar las imágenes que acompañan al texto. Esto era lo que estaba buscando. Ahora sí, me pierdo en la foto del debut de Raf Simons como director artístico de Christian dior de la página 15. Y mira, se ve a Anna Wintour al fondo.  Al fin dejo fluir mi vista por la ventana, sin mirar un punto fijo, y sueño con el magnífico telón de rosas que tapizan el salón del palacio de la Avenida Lena en París. Como soñar con los ojos abiertos.




Vuelvo a la realidad, estoy en el sofá tapada con una manta calentita cerca de la chimenea que reluce detrás del cristal. Voy a dar un vistazo a los niños, que duermen en el piso de arriba. El dinero que gane esta noche haciendo de canguro lo guardaré en mi bolsita. Estoy ahorrando para comprar el material de lo que algún día podría ser mi primera colección.

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